LA VOCACIÓN
QUÉ ES LA Vocación
Es la llamada fundamental e innata que Dios hace a todos sin excepción al amor, a la santidad, a parecernos a Él. Porque el ser humano fue creado por amor a imagen y semejanza de Dios (Gn 1,2), que es Amor (1Jn 4,16) y es llamado al amor.
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QUÉ ES LA Vocación
Es la llamada fundamental e innata que Dios hace a todos sin excepción al amor, a la santidad, a parecernos a Él. Porque el ser humano fue creado por amor a imagen y semejanza de Dios (Gn 1,2), que es Amor (1Jn 4,16) y es llamado al amor.
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«Nos eligió en él antes de crear el mundo, para que fuéramos santos, irreprensibles a sus ojos. Por amor nos destinó a ser hijos suyos por Jesucristo, según su benévola decisión»
Ef 1,4-5
«Nos eligió en él antes de crear el mundo, para que fuéramos santos, irreprensibles a sus ojos. Por amor nos destinó a ser hijos suyos por Jesucristo, según su benévola decisión»
Ef 1,4-5
Dentro de este marco, Dios piensa en cada persona desde toda la eternidad y crea cada uno de forma única e irrepetible, con unos dones y una misión específica que lo realiza plenamente.
Dentro de este marco, Dios piensa en cada persona desde toda la eternidad y crea cada uno de forma única e irrepetible, con unos dones y una misión específica que lo realiza plenamente.
«Antes de que te modelara en las entrañas de mamá ya te conocía; antes de nacer ya te consagré.»
Jeremías 1, 5
«Antes de que te modelara en las entrañas de mamá ya te conocía; antes de nacer ya te consagré.»
Jeremías 1, 5
Cada creyente debe discernir su propio camino para sacar a la luz lo mejor de sí, descartando todo lo que no ha sido pensado para él.
Cada creyente debe discernir su propio camino para sacar a la luz lo mejor de sí, descartando todo lo que no ha sido pensado para él.
«El Señor lo pide todo, y lo que ofrece es la verdadera vida, la felicidad para la que fuimos creados. Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada.»
(Papa Francisco, GE 1)
«El Señor lo pide todo, y lo que ofrece es la verdadera vida, la felicidad para la que fuimos creados. Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada.»
(Papa Francisco, GE 1)
Porque a cada uno de nosotros el Señor nos eligió:
Porque a cada uno de nosotros el Señor nos eligió:
«porque fuéramos santos, irreprensibles a sus ojos»
(Papa Francisco, GE2)
«porque fuéramos santos, irreprensibles a sus ojos»
(Papa Francisco, GE2)
A esta llamada de Dios es necesaria la respuesta libre del hombre. Así, la vocación es un misterio de amor entre Dios que llama al hombre con amor y un hombre que responde libremente y por amor.
A esta llamada de Dios es necesaria la respuesta libre del hombre. Así, la vocación es un misterio de amor entre Dios que llama al hombre con amor y un hombre que responde libremente y por amor.
¿Cómo puedo descubrir mi vocación?
Descubrir tu vocación es un camino personal que puede llevarte hacia la vida sacerdotal, la vida consagrada o la vida laical. Cada una de estas vocaciones se presenta en diversas formas, abarcando una amplia gama de carismas y espiritualidades. Esto significa que existen múltiples caminos, y cada persona tiene el suyo propio, uno que se adapta maravillosamente a su manera de ser, revelando la verdad sobre sí misma y dando sentido a su vida.
No hay un método exacto para descubrir la vocación; es un proceso donde la libertad y la madurez juegan un papel fundamental. Aquí te comparto algunas recomendaciones que pueden ayudarte en este discernimiento:
¿Cómo puedo descubrir mi vocación?
Descubrir tu vocación es un camino personal que puede llevarte hacia la vida sacerdotal, la vida consagrada o la vida laical. Cada una de estas vocaciones se presenta en diversas formas, abarcando una amplia gama de carismas y espiritualidades. Esto significa que existen múltiples caminos, y cada persona tiene el suyo propio, uno que se adapta maravillosamente a su manera de ser, revelando la verdad sobre sí misma y dando sentido a su vida.
No hay un método exacto para descubrir la vocación; es un proceso donde la libertad y la madurez juegan un papel fundamental. Aquí te comparto algunas recomendaciones que pueden ayudarte en este discernimiento:
RECEPCIÓN DE LOS SACRAMENTOS Y LA GRACIA DIVINA
RECEPCIÓN DE LOS SACRAMENTOS Y LA GRACIA DIVINA
A través de los sacramentos, Dios sigue actuando hoy de manera eficaz; son canales de su gracia divina. Es fundamental recibirlos en el momento adecuado y, en especial, participar regularmente en la Eucaristía y el sacramento de la reconciliación.
A través de los sacramentos, Dios sigue actuando hoy de manera eficaz; son canales de su gracia divina. Es fundamental recibirlos en el momento adecuado y, en especial, participar regularmente en la Eucaristía y el sacramento de la reconciliación.
VIDA DE ORACIÓN
VIDA DE ORACIÓN
La oración diaria es esencial en el discernimiento vocacional, ya que es el espacio donde se cultiva una amistad íntima con Dios. En la oración, Dios ilumina, guía y muestra su voluntad. Busca momentos a solas con el Señor y acostúmbrate a hablar con Él en todo momento.
La oración diaria es esencial en el discernimiento vocacional, ya que es el espacio donde se cultiva una amistad íntima con Dios. En la oración, Dios ilumina, guía y muestra su voluntad. Busca momentos a solas con el Señor y acostúmbrate a hablar con Él en todo momento.
ACOMPAÑAMIENTO ESPIRITUAL
ACOMPAÑAMIENTO ESPIRITUAL
A través de los sacramentos, Dios sigue actuando hoy de manera eficaz; son canales de su gracia divina. Es fundamental recibirlos en el momento adecuado y, en especial, participar regularmente en la Eucaristía y el sacramento de la reconciliación.
A través de los sacramentos, Dios sigue actuando hoy de manera eficaz; son canales de su gracia divina. Es fundamental recibirlos en el momento adecuado y, en especial, participar regularmente en la Eucaristía y el sacramento de la reconciliación.
INTUICIÓN Y ESCUCHA ACTIVA
INTUICIÓN Y ESCUCHA ACTIVA
Presta atención a tu intuición y pregúntate: “¿Dónde me veo en el futuro? ¿Dónde encaja mi manera de estar en el mundo y en la Iglesia?”. Dios también puede hablarte a través de personas, signos o circunstancias que impactan tu vida. Escucha tu conciencia, lo que conmueve tu corazón. Además de los sacramentos, la oración y el acompañamiento espiritual, es útil conocer la vida de Jesús, la vida de los santos y profundizar en el autoconocimiento. Rodearte de amistades con personas entregadas a Dios también es beneficioso.
Presta atención a tu intuición y pregúntate: “¿Dónde me veo en el futuro? ¿Dónde encaja mi manera de estar en el mundo y en la Iglesia?”. Dios también puede hablarte a través de personas, signos o circunstancias que impactan tu vida. Escucha tu conciencia, lo que conmueve tu corazón. Además de los sacramentos, la oración y el acompañamiento espiritual, es útil conocer la vida de Jesús, la vida de los santos y profundizar en el autoconocimiento. Rodearte de amistades con personas entregadas a Dios también es beneficioso.
GENEROSIDAD Y SENTIDO DE MISIÓN
GENEROSIDAD Y SENTIDO DE MISIÓN
Seguir tu vocación es lo que más te llenará y satisfará, pero siempre desde una perspectiva de entrega y misión, no de comodidad. Para encontrarla, es necesario buscar la plenitud desde la generosidad, deseando dar y darte por amor, preguntándote: “¿Dónde me quieres, Señor? ¿Dónde encajo mejor en la misión de la Iglesia? ¿Dónde puedo servir más?”. Sin una generosidad como la de Jesús y la de tantos santos, será difícil ver con claridad el camino que Dios tiene para ti. Esto no significa que debas buscar el sufrimiento o lo más difícil; Dios quiere que seas muy feliz, que encuentres tu camino, uno lleno de luz, entrega y libertad plena.
Seguir tu vocación es lo que más te llenará y satisfará, pero siempre desde una perspectiva de entrega y misión, no de comodidad. Para encontrarla, es necesario buscar la plenitud desde la generosidad, deseando dar y darte por amor, preguntándote: “¿Dónde me quieres, Señor? ¿Dónde encajo mejor en la misión de la Iglesia? ¿Dónde puedo servir más?”. Sin una generosidad como la de Jesús y la de tantos santos, será difícil ver con claridad el camino que Dios tiene para ti. Esto no significa que debas buscar el sufrimiento o lo más difícil; Dios quiere que seas muy feliz, que encuentres tu camino, uno lleno de luz, entrega y libertad plena.
Si no quieres sufrir, no quieras; pero si no quieres, ¿para qué quieres vivir?
San Agustin
Si no quieres sufrir, no quieras; pero si no quieres, ¿para qué quieres vivir?
San Agustin
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